Manifiesto Vintagista (2015)


Manifiesto Vintagista (2015)
Emilio Quintana Pareja

Yo no soy un operador, ni un siervo, ni un predicador, ni un censor, ni un animador sociocultural
El alumno y su familia no son clientes
La escuela no es una empresa
El conocimiento no es una mercancía
La evaluación no se negocia
Enseñar no es adiestrar para el mercado

Michael Morgenstern for The Chronicle Review

– Con su permiso, señor Director, me quedaré aquí como estoy mientras haya algún chico que quiera estudiar a los clásicos. Pienso que sería una gran maldad contribuir a que un muchacho se adapte al mundo moderno.
– Es un planteamiento muy corto de miras, Scott-King.
– En eso, señor, con todo respeto, difiero de usted profundamente. Creo que es el planteamiento con mayor amplitud de miras que es posible adoptar.
Evelyn Waugh: Neutralia. La Europa moderna de Scott-King (MenosCuarto Ediciones, 2017).

«No en vano he sido filólogo, y lo soy todavía quizá. Filólogo quiere decir maestro en la lectura lenta, y que acaba también por escribir lentamente. No escribir de otra cosa más que de aquello que podría desesperar a los hombres que ‘se apresuran’. Pues la filología es ese arte venerable que ante todo exige una cosa de sus admiradores: mantenerse aparte, tomarse tiempo, hacerse silencioso, hacerse lento; un arte de orfebrería y una pericia de orfebrería en el conocimiento de la ‘palabra’, un arte que exige un trabajo sutil y delicado y que no realiza nada si no se trabaja con lentitud (…).

Precisamente a causa de esto (de la lentitud del arte filológico) es hoy más necesario que nunca, justamente por la circunstancia de que encanta y seduce más, en medio de una edad de ‘trabajo’, es decir, de precipitación, de apresuramiento indecente que se enardece y que quiere acabar pronto todo lo que emprende, incluso el libro, ya fuere antiguo o moderno. Este arte a que me refiero no termina fácilmente nada; enseña a ‘leer bien’, es decir, a leer despacio, con profundidad, con reparos y precauciones, con dedos y ojos delicados…»
Friedrich Nietszche: Aurora (Alta Engadina, otoño de 1886)

#vintagismo "Educar en enseñar a apasionarse por lo que carece de vigencia" - Nicolás Gómez Dávila

El Vintagismo ELE parte del reconocimiento de que nada ha cambiado desde la civilización griega. Estamos en una nueva época: el postdigitalismo (posdigitalismo), y ante un nuevo horizonte de aprendizaje: el conectivismo. Esto no es más que una nueva formulación del trivium y el quadrivium medieval; en el fondo es lo mismo que hacía Sócrates en Atenas.

Una nueva época: posdigitalismo.
Una nueva teoría del aprendizaje: conectivismo.

El desarrollo de la tecnología en el postdigitalismo nos permiten volver al orden. Este retorno al orden, anterior al paréntesis de la sociedad industrial, se caracteriza por su descentralización, por su distribución (en la línea del distributismo de Chesterton y Belloc), Lo anacrónico y lo reaccionario pasa a ser así lo eterno, ya que el futuro ya ha pasado.

Una máquina sólo tiene información, como cualquier interfaz (un libro, por ejemplo). El conocimiento se crea mediante la conexión de la información, nunca mediante la construcción. Lo mínimo que debemos pedir al sistema educativo es la capacidad de conectar información, para lo que necesitamos contenido. La sabiduría es ya algo que pertenece a unos pocos, y que se basa en la evolución personal. La educación, por tanto, consiste en transmitir lo mejor posible unos cuatro cinco mil anos de historia y sensibilidad, así como favorecer la capacidad natural de crear conocimiento mediante la conexión de contenido.

El Manifiesto Vintagista no tiene la intención de convencer a nadie, porque es inútil, y porque quien intenta convencer a otro ya está demostrando implícitamente sus dudas sobre la idea.

10 Tesis

«Las ideas de menos de mil años no son plenamente confiables» (Nicolás Gómez Dávila)

1. El aprendizaje es ontológico. «Una persona sólo alcanza su plena madurez en el momento en que ha elegido fidelidades que valen más que la vida» (Emmanuel Mounier).

2. Scientia potentia est. sin conocimiento y memoria no hay aprendizaje. La decadencia de la educación empieza con el Emilio de Rousseau (el conocimiento obstaculiza el aprendizaje), sigue con John Dewey (aberrante su idea de que se aprende haciendo, y de que se aprende por sí mismo) y se degenera con Vigotsky (que contradice la naturaleza humana a través del constructivismo). Desde Rosseau hasta la segunda mitad del siglo XX sólo se han dicho chorradas, que aún perduran. Hoy sabemos que el conocimiento es la única instancia que permite el aprendizaje, y la memoria, incluso el pensamiento crítico.

3. La base del aprendizaje es la capacidad de conocer. («capax omnium», en palabras de Santo Tomás de Aquino). Los seres humanos estamos dotados de razón e intelecto, es decir, somos autónomos en la búsqueda de la Verdad y la Belleza. La base se encuentra en el Trivium y el Cuatrivium medievales. Arte, filolosía, teología…. son las disciplinas que nos forman como seres humanos, en hingún caso la especialización. Saber leer (gramática), saber escribir (lógica), saber hablar (retórica). Estos son los elementos del trivim medieval. Son aptitudes fundamentales.

4. La fuerza del silencio. Card. Sarah, dificultad de la enseñanza en el ruido:p. 75 – «En las mismas escuelas, el silencio ha desaparecido. Y por tanto, ¿como estudiar en el ruido? ¿como leer en el ruido? ¿Como formar su inteligencia en el ruido?¿Como estructurar su pensamiento y los contornos de su ser interior en el ruido? ¿Como abrirse al misterio de Dios, a los valores espirituales y a nuestra grandeza humana en un tumulto continuo?». El silencio y la arrogancia de la kucidez solitaria. Aprender tiene mucho de ser incomprendido.

5. Aprender es leer textos. La lectura es un placer de la vida, por tanto es significativa. La escritura es superflua. Un nativo de espanol no tiene que saber escribir una carta formal, porque se trata de una actividad que se dirige a nadie. La lectura, es decir, el diálogo, es lo que importa. Sócrates ya lo dejó claro, la mejor forma de aprender es crear espacios incómodos en los que la vida interior de cada persona se exprese. Sólo sabemos que no sabemos nada, Esta es la metodología de la duda, de la perplejidad, de la discusión. Hay que aceptar que esto va contra el pensamiento único políticamente correcto. Un buen profesor debe aceptar que tendrá muchas quejas, eso significa que es un buen profesor. No puede ser de otra manera ya que vivimos en totalitarismos de terciopelo (John Furedy, 1997).

El otro día me contaban una historia que me ha hecho bastante gracia. Una persona había visitado varios centros de Gran Bretaña, para ver en funcionamiento algunos proyectos de innovación. Uno de ellos consistía en https://masideas-menoscuentas.com/2016/11/18/una-anecdota-sobre-innovacion-educativa/» rel=»noopener» target=»_blank»>usar libros de texto. No es broma. Gran Bretaña es uno de los países donde hace ya años se extendió la práctica de prescindir de los libros, y los docentes de este proyecto estaban muy contentos, descubriendo las ventajas de tener un buen libro de texto para sus clases. 1

In England during the 13th century, 2-5 million people built 20 cathedrals, hundreds of abbeys, churches, castles, halls. By hand. #Progress

6. La educación no debe estar «centrada en el alumno». En el aula, el profesor debe ser el centro de atención. Los estudiantes deben tomar notas (a mano) y hacer preguntas. Lo importante es el mensaje, ya que quien lo recibe lo interpreta, lo personaliza, es decir, aprende a su propia manera, según su personalidad y su experiencia. No es posible un aprendizaje igualitario, sino solamente aprendizajes individuales, que son imposibles, gracias a Dios, de controlar. Lo importante es el input. Esto acaba absolutamente con la secta de los pedagogos, con los fundamentalistas que piensan que hay una forma mejor de enseñar y aprender. La autoridad del maestro es la referencia de la que cada estudiante (irrepetible) puede sacar su propio empoderamiento.

El profesor debe aceptar que su excelencia lo convierte en un chivo expiatorio (Girard). Un buen profesor utiliza la cita, la ironía, es decir, los recursos retóricos socráticos. Un buen profesor sabe que la pregunta es lo importante, no la respuesta. Ante esta actitud sólo cabe esperar la queja del alumno, convenientemente canalizada por los siervos de la ignorancia, es decir, los directores de los centros educativos, e incluso los propios compañeros. Los autos de fe académicos tienen la virtud de mostrar al profesor excelente.

7. El conocimiento se transmite. El conocimiento no se construye, se conecta, y para ello hay que tenerlo, lo que se hace mediante la transmisión. Para que la transmisión del conocimiento tenga lugar hace falta que los conceptos de autoridad y cultura estén claros. Necesitamos la transmisión para convertirnos en lo que somos, pero también para entender el conocimiento pasado. Este es un camino que no termina nunca, uno aprende durante toda la vida. La memoria juega un papel decisivo: «Estoy asqueado por la educación escolar de hoy, que es una fábrica de incultos y que no respeta la memoria. Y que no hace nada para que los niños aprendan las cosas de memoria. El poema que vive en nosotros vive con nosotros, cambia como nosotros, y tiene que ver con una función mucho más profunda que la del cerebro. Representa la sensibilidad, la personalidad».

http://www.lanacion.com.ar/1917059-george-steiner-me-asquea-la-educacion-de-hoy-que-es-una-fabrica-de-incultos

El zibaldone como antecedente de los blogs.

E.D. Hirsch (2000):

There is a consensus in cognitive psychology that it takes knowledge to gain knowledge.Those who repudiate a fact-filled curriculum on the grounds that kids can always look things up miss the paradox that de-emphasizing factual knowledge actually disables children from looking things up effectively. To stress process at the expense of factual knowledge actually hinders children from learning to learn.Yes, the Internet has placed a wealth of information at our fingertips. But to be able to use that information—to absorb it, to add to our knowledge—we must already possess a storehouse of knowledge.That is the paradox disclosed by cognitive research. Take for example some research.

8. Lo que se evalúa se devalúa. Conocer algo no es evaluable. Lo que se evalúa, se devalúa. Si no fuera así, deberíamos hacer exámenes utilizando la guía telefónica. De hecho, se hacen, se llaman oposiciones. Ante cualquier mecanismo de valoración de trabajadores (pulsadores en aeropuertos, apps, encuestas tras incidencia telefónica, evaluaciones de fin de curso) no queda otra que hackear esa ignominia: voten el máximo siempre, sea lo que sea. Mañana les tocará a ustedes.

La scuola non si fonda sullo Stato, ma sul­la libertà. In Italia, però, non c’è la “scuola li­bera” perché l’istruzione è solo statale. Anche le scuole impropriamente dette private sono statali, cioè paritarie: sono rico­nosciute dallo Stato e così legittimate a rilasciare titoli legali di studio. L’unica vera riforma dell’istruzione è quella in­dicata da Luigi Einaudi prima e da Salvatore Valitutti poi: l’abolizione o svalutazione del valore legale dei titoli di studio. Solo se l’ordine degli studi verrà svincolato dal monopolio pubblico del sapere e del­l’educazione si po­trà avere il sistema della “scuola libera”. Gli scritti di Einaudi e di Valitutti, illustrati dal saggio introduttivo di Giancristiano Desi­de­rio, sono la guida intellettuale e mo­rale più sicura per realizzare l’indilazio­­nabile emancipazione della scuola dagli in­dot­tri­na­menti e dalle certificazioni di Stato.

#evaluacion Como es bien sabido uno de los lemas del #vintagismo es que «todo lo que se evalúa se devalúa». Sin embargo, sigo con interés, el Movimiento Gradeless, a cuyo grupo pertenezco en Facebook, porque hay que matar el aburrimiento.

Podemos hablar de una especie de minimalismo evaluador, o «grade less», en el que habría 3 grados, testados fehacientemente por Dylan William en 2011:
1. «Scores alone». O sea, poner notas. Esto no sirve para nada, ya que el alumno ve la nota y pasa página si es buena, o reclama si es mala. No se aprende nada de esta manera.
2. «Scores with comments». Tampoco sirve para nada, porque el alumno ve la nota, y pasa de los comentarios. Sólo le interesa la nota. Por mi parte, acabo de ser sometido a este tipo de evaluación, y lo entiendo perfectamente.
3. «Comments alone». Esto sí funciona (al menos, relativamente, ya que, como vintagista, no tengo nada que ver con la evaluación). Al no tener ninguna referencia matemática, el alumno lee los comentarios y los asimila.
Recomiendo este brillante texto de Arthur Chiaravalli para explorar el tema.

Por lo demás, no renunciamos a las insignias o badges, pero deben estar hechas a croché o punto de cruz.

9. El aula es real.. Es fundamental la importancia del contacto físico en el aula. El aula es una realidad del mundo, no una campana de vacío como la del agente Smart. La escuela no es esto. Esta es una de las grandes frustraciones de la enseñanza.

Automestima, no empatía. El constructivismo necesita de la empatía, ya que propone un imposible, la capacidad de ser autodidactas. Los profesores estamos para enseñar, para conectar los nodos del aprendizaje. Por ese motivo cada nodo debe desarrollar ante todo autoestima por sí mismo, no empatía por los demás. Se trata de recibir y procesar (conectar), no de crear consensos políticamente correctos. Alberto Royo:

Suele decirse que la escuela tiene que estar abierta a la sociedad. Cada vez estoy más convencido de que tiene que ser al contrario. Ya sabemos lo que hay fuera. Aislemos la escuela como un refugio en el que el saber y la cultura se encuentren protegidos de la superficialidad, de la vulgaridad. Que sea un lugar impermeable a la estupidez y a las modas, en el que los saberes permanentes, tan importantes en estos tiempos variables e inconsistentes, sean tratados con el respeto que merecen.

10. El aprendizaje no tiene que ser divertido. El objetivo de un profesor es que el alumno aprenda, que ame el conocimiento. Las clases no deben ser divertidas sino interesantes, estimulantes. Quien no tenga interés y se aburra no tiene cabida en nuestras clases. Como profesores, sabemos hacer interesante cualquier cosa, pero si el alumno no tiene interés, es que no está en su sitio. El alumno puede aburrirse pero, si mantiene el interés, estará aprendiendo. Si el alumno no tiene interés por la clase, es su problema. No por ello hay que ponerle la clase fácil. Como profesores, debemos saciar su interés, no provocárselo. Si el alumno no está al nivel de exigencia de la materia, si su compromiso no es el nuestro, debe irse a otro sitio. Como profesores, no estamos para perder el tiempo.

El constructivismo no sirve para esto. El constructivismo rechaza el carácter evolutivo y espontáneo del aprendizaje, es más, niega la naturaleza humana. La lengua es un proceso evolutivo en el que participan millones de personas que no han sido construidas anteriormente (Menger). La acción humana de Rothbard aplicada al aprendizaje implica una organización libre y espontánea en el que las conexiones entre nodos provocan el aprendizaje. Quien quiera salir de la conexión puede hacerlo. A este abandono voluntario los constructivistas lo llaman quejas, y lo usan como instrumento para desanimar a los mejores profesores.

Maestros vintagistas: Isak Skogstad, George Siemens, Anthony Esolen, Jean Claude Michéa, Åsa Wikforss, Robert M. Hutchins, Trancois-Xavier Bellamy, E.D. Hirsch...

NOTAS

  1. Pedro García Cuartango. «Leer a Cicerón». ABC.